IEEE Digital Privacy Podcast Series: Episodio 2

 

Beth-Anne Schuelke-LeechA Conversation with Beth-Anne Schuelke-Leech
Associate Professor, Engineering Management Innovation and Entrepreneurship, University of Windsor
IEEE Society on Social Implications of Technology representative

 

Translation reviewed by
Chiara Pistilli
Master's Degree student, Technical Translation and Interpreting, Department of Humanities, University of Salento, Lecce - ITALY

 

Transcripción del episodio:

Brian Walker: Bienvenido a la serie de podcasts sobre la privacidad digital del IEEE, una producción de IEEE Digital Studio. En esta serie de podcasts se presentan conversaciones tanto con líderes de la industria y del mundo académico, así como también con las principales partes interesadas en la privacidad digital, con el fin de ayudar a promover soluciones que brinden apoyo a las necesidades de privacidad de las personas. En este episodio, Beth-Anne Schuelke-Leech, profesora asociada de Gestión de la Ingeniería, Innovación y Emprendimiento en la Universidad de Windsor y representante de la Sociedad sobre Implicaciones Sociales de la Tecnología del IEEE, ofrece una visión general sobre la privacidad digital y analiza lo que se necesita para avanzar en el espacio tecnológico. Beth-Anne, gracias por dedicar parte de su tiempo para contribuir a la serie de podcasts sobre privacidad digital del IEEE.Para empezar, ¿puede compartir su opinión sobre la importancia de la Iniciativa de Privacidad Digital del IEEE?

Beth-Anne Schuelke-Leech: Ahora mismo, gente, no tenemos las mismas protecciones de privacidad en línea que tenemos en el mundo físico. Por lo tanto, muchas personas pueden perder el control de sus datos y de su vida digital, y no necesariamente entienden las implicaciones que esto conlleva y tampoco se enteran de que están tomando una decisión. A menudo, de hecho, tampoco toman decisiones. Así que tenemos que hablar de lo que está ocurriendo, de las consecuencias y del tipo de datos que se manejan. Y hacerlo a través de la Iniciativa de Privacidad Digital del IEEE tiene mucho sentido contando con la participación de diferentes actores.Así que tanto los desarrolladores como los expertos legales y los científicos sociales, los responsables de las políticas y el IEEE tienen la credibilidad necesaria para reunir a esas personas y mantener esa conversación.

Brian Walker: Usted ha descrito la privacidad digital como un acto de equilibrio. ¿Puede ampliar esta descripción?

Beth-Anne Schuelke-Leech: La privacidad tiene muchos significados diferentes.Por lo tanto, no hay consenso sobre lo que significa, por qué es necesaria o cómo lograrla. Ha habido exploraciones y explicaciones sobre la privacidad durante muchos años. Hay debates en los ámbitos jurídico, psicológico y filosófico, y luego están las expectativas del público en general. Hay muchas diferencias culturales y sociales sobre lo que significa la privacidad, dónde se produce y los tipos de protección que tenemos. La dificultad es que a menudo se deja a las empresas la gestión de la privacidad digital, y tienen que equilibrar los costes y los beneficios de la recopilación, el uso, el análisis, la explotación y la protección de los datos con los diferentes requisitos legales y las expectativas del público. Y realmente, en el ámbito cibernético, estos no están definidos como lo están en el ámbito físico. Así que las empresas se esfuerzan por entender. Se trata de un equilibrio para las empresas y para los líderes políticos, que quieren fomentar la innovación y la economía del conocimiento, y quieren promover todos los beneficios que ello conlleva, pero también tienen que averiguar cómo proteger a las personas y proteger sus derechos y garantizar su protección.

Brian Walker: Teniendo en cuenta estas perspectivas, ¿cómo podemos gestionar de forma práctica la privacidad dentro de un marco social?

Beth-Anne Schuelke-Leech: Ahora mismo, la gente está utilizando, más que nada, servicios en plataformas en línea y no necesariamente saben bien qué tipo de datos se están recopilando y cómo se están utilizando. Y la transparencia detrás de eso, en verdad, no existe. Y así, es difícil que la gente tenga que tomar una decisión. No saben cómo protegerse y no saben lo que se está haciendo, lo que deberían hacer. Es como si la persona tuviera que averiguar cómo protegerse a sí misma. Lo que realmente debe ocurrir es una mayor transparencia por parte de las empresas y organizaciones en cuanto al tipo de datos que se recopila y permitir a las personas tomar decisiones, no solo sobre si van a utilizar el servicio o no, sino sobre qué datos se recopilan, durante cuánto tiempo se recopilan o durante cuánto tiempo se conservan. Cuáles son sus derechos para eliminar los datos si lo creen necesario en algún momento o corregir los datos si no son exactos. Es decir, ¿cómo se ven influenciados los datos? Mucho de eso va a tener que ocurrir, dentro de los requisitos de ser más transparente. Por ejemplo, Europa tiene su Reglamento General de Protección de Datos, el RGPD, en el que se exige a las empresas ajustarse a ciertas expectativas sobre la privacidad y lo que se hace con los datos y con la transparencia. California ha establecido derechos a la privacidad a través de su CCPA (Ley de Privacidad del Consumidor de California), pero estos requisitos están repartidos. Por ejemplo, con el de California, si no vive en California, si no es un residente de California, no puede aprovechar las protecciones que se ofrecen, incluso si la empresa que toma los datos y los utiliza reside en California. Entonces, esta malla de mezcolanza que tenemos realmente no es un marco. Es como jugar a la lotería, en términos de si tiene privacidad y lo que eso significa. Creo que tenemos que idear algún mecanismo que garantice una mayor transparencia y permita a las personas tomar decisiones, en lugar de que solo se les exija que acepten que sus datos se recopilen, utilicen y analicen, y que luego sean influenciados de maneras que puedan o no apreciar si entienden lo que se está haciendo y las consecuencias de eso.

Brian Walker: Beth-Anne, al analizar la privacidad digital desde una perspectiva global, ¿cuáles son algunas de las similitudes o diferencias entre países y regiones?

Beth-Anne Schuelke-Leech: Las expectativas de privacidad son muy diferentes, como lo es también lo que significa la privacidad en comparación con el bien público. Por ejemplo, en Estados Unidos, hay leyes muy estrictas sobre la privacidad en términos de atención médica y privacidad física que están consagradas en la ley y comprendemos lo que significan. Y también entendemos que, en muchos aspectos, la privacidad digital es muy laxa. De hecho, tienen leyes muy laxas sobre la privacidad digital. Por otro lado, en lugares como Europa, hay mucha más normativa para tratar de proteger a la gente de forma proactiva y se entiende que se hace. Sin embargo, en lugares como China, la idea de privacidad y el derecho a esta son culturalmente muy diferentes. Hay una expectativa diferente de los espacios públicos y privados y en torno a los derechos que tienen en el ámbito de lo que en los Estados Unidos y en América del Norte llamamos derecho interno. América del Norte tiene un sentido mucho más fuerte de la privacidad individual y de las protecciones que necesariamente existen en otras culturas. Eso no hace que esté bien o mal. Es solo una expectativa diferente.

Brian Walker: ¿Qué medidas reglamentarias son viables para hacer frente a los retos a corto plazo de la privacidad digital, y cómo anticipamos lo que puede ser necesario para el futuro?

Beth-Anne Schuelke-Leech: La dificultad estriba en si se habla de la acción reguladora en Estados Unidos frente a la acción reguladora en Europa o en otras jurisdicciones. Empezaré con los Estados Unidos. Una de las dificultades es que realmente no hay consenso sobre lo que se necesita ni sobre el tipo de acciones que se podrían tomar. Por ejemplo, hace unos años, Facebook tuvo una filtración en su uso de datos frente a una operación de filtración de datos, el escándalo de Cambridge Analytica que se produjo tuvo una consecuencia a corto plazo para la empresa. Pero a largo plazo, la gente volvió a usar el servicio, y no los perjudicó, tampoco a la empresa. Meta no se perjudicó a nivel económico. No se perjudicó con los usuarios. Eso envió la señal de que la privacidad y la protección de la privacidad y de los datos no eran tan importantes para los individuos. También hay muchos grupos de presión para que esas protecciones sean lo más laxas posible, simplemente porque se gana mucho dinero con el uso y la explotación de los datos. La dificultad estriba en que, con el entorno político, es en verdad difícil imaginar una política federal muy estricta. Lo más probable es que las políticas se basen en la Ley de Privacidad del Consumidor de California. En ese caso, las empresas van a tener que lidiar con un montón de jurisdicciones diferentes. Y esa es una de las razones por las que las empresas suelen apoyar iniciativas como la Iniciativa de Privacidad Digital del IEEE, cuyo objetivo es elaborar estándares y directrices, y un tipo de prácticas que las empresas puedan poner en marcha y que les permitan proteger la privacidad de las personas, pero que a la vez les permitan innovar, utilizar los datos y seguir siendo rentables, por así decirlo. Lo que veo a corto plazo es que es más probable que tengamos una mayor diversidad de regulaciones si no llegamos a un consenso sobre los estándares para la industria y las directrices con las que todo el mundo estará de acuerdo. Creo que esas directrices van a tener que incluir algunas de las protecciones que existen, como el RGPD, así que habrá más protecciones en torno a la transparencia, más oportunidades y opciones para los consumidores, los ciudadanos y la gente para que puedan decidir lo que se toma y por qué se toma, y para tomar decisiones en lugar de simplemente requisitos.

Brian Walker: ¿Qué opina de cómo la Iniciativa de Privacidad Digital del IEEE puede ayudar a avanzar en el ámbito de la privacidad digital?

Beth-Anne Schuelke-Leech:. A ver, para mí, una de las cosas más importantes, porque hay muy poco consenso aquí y hay muchas partes interesadas que hacen muchas afirmaciones y reclamos diferentes, y tratan de llevar la conversación en diferentes direcciones,es que es necesario que haya un espacio en el que pueda producirse la conversación. Por eso se necesita que haya un intercambio de ideas y de información, y un verdadero foro en el que se trate tanto con personas que quizá tengan ideas filosóficas sobre lo que debería ocurrir, como con profesionales y desarrolladores, que puedan decir qué es realista y qué no, y con representantes de la industria que puedan esbozar cuáles son los costes y beneficios de hacer esto. Los estándares del IEEE son estándares voluntarios de la industria, ya que muchas asociaciones elaboran estándares, a diferencia de las legislaciones o las regulaciones, que las formulan los gobiernos. Y la ventaja es que la industria suele sentarse y decir: esto es lo que va a funcionar con nosotros o para nosotros, y esto es lo que es realista. Al mismo tiempo, aprender que hay otros intereses y otras jurisdicciones. Es una forma consensuada de elaborar estándares y directrices. Para mí, el valor de la Iniciativa de Privacidad Digital del IEEE es que en verdad ayuda a que se lleve a cabo la conversación. Y se debe a la forma en que se realizan los estándares dentro del IEEE, que se basa en el consenso, permite que cualquier persona que quiera participar pueda hacerlo y permite las revisiones y la reflexión. Luego también, solo con lo que está comenzando con la iniciativa de privacidad digital de reunir a diferentes partes interesadas en diferentes áreas, como un área de marco, y después mirar implementaciones particulares, como los vehículos autónomos. Esto permite que diferentes expertos se reúnan con diferentes partes interesadas y hablan realmente de lo que se necesita y de lo que está pasando. Esa conversación es absolutamente crucial.

Brian Walker: Beth-Anne, gracias de nuevo por compartir sus ideas con nosotros hoy. Para terminar, ¿tiene alguna reflexión final?

Beth-Anne Schuelke-Leech: Creo que es muy importante que la gente que está interesada en esto se comprometa con estos temas. En verdad espero que las personas que no han participado necesariamente en las iniciativas del IEEE en el pasado se comprometan y se esfuercen para participar en ellas, porque es absolutamente crucial que esto se haga con una amplia gama de partes interesadas. No pueden ser solo los desarrolladores. No pueden ser solo los expertos legales o científicos sociales u otros, o defensores de la privacidad. Tiene que ser todo el grupo de interesados el que se reúna. Así que en verdad espero que la gente se comprometa de manera que aporte esa legitimidad y credibilidad, y permita que salgan cosas realmente buenas de esto.

Brian Walker: Gracias por escuchar nuestra entrevista con Beth-Anne Schuelke- Leech. Para obtener más información sobre la Iniciativa de Privacidad Digital del IEEE, visite nuestro portal en digitalprivacy.ieee.org.